Un dibujo de 1913 del Jardín de la Vicaría, Alcalá de Henares
Un dibujo de 1913 del Jardín de la Vicaría, Alcalá de Henares
A veces, en uno de esos tiempos muertos que me suelo regalar, me gusta ir hojeando, sin buscar nada en especial, alguna antigua revista o periódico. Mis favoritas son las publicadas a principios del siglo XX. Me parece fascinante poder descubrir las maneras, las formas, los sentimientos, las costumbres y los temores de una sociedad cercana y lejana a la vez, con la que compartimos gran parte de los porqués de nuestra historia contemporánea. Y en eso estaba, hojeando el «Almanaque de La Ilustración Española y Americana para el año 1913», cuando, y de vez en cuando me pasa, me llevé una grata sorpresa relacionada con Alcalá de Henares.
Tras algunos anuncios de relojes, de brebajes y de vinos, el «Índice de grabados» dice lo siguiente: «Paisajes españoles: Alcalá de Henares – Jardín de la Vicaría, por Pedrero». Página 31. Allí podemos ver el precioso dibujo de un jardín y de una bella galería renacentista. En cuanto al dibujante, fue un famoso cartelista e ilustrador burgalés nacido en 1865. Sus dibujos aparecieron publicados en importantes revistas y periódicos de la época, como La Ilustración Española y Americana, La Esfera, La Lectura Dominical, Nuevo Mundo, El Eco Montañés, Blanco y Negro o La Ilustración Artística.
El que Pedrero denomina Jardín de la Vicaría se situó en el ala sur del Palacio Arzobispal, delante de la fachada o portada del Mediodía o del Ave María. Obra de Alonso de Covarrubias en tiempos del arzobispo Fonseca, la fachada era un soberbio conjunto renacentista levantado a partir de galerías o loggias abiertas al exterior. En la planta alta, se alzaban bellos arcos rebajados sobre 31 columnas, en la baja, arcos de medio punto sobre 31 pilares. Un magnifico juego arquitectónico que ofrecía al espectador la posibilidad de contemplar la fachada casi como si estuviera viendo un interior del palacio. Y como remate, José de la Peña, arquitecto mayor de Burgos, levantó con gran teatralidad dos preciosas torrecillas en forma de templetes y con chapiteles de pizarra.
En época del arzobispo Tavera se cercó la zona con un muro y se diseñó otra maravilla: un jardín renacentista conocido como de la Noguera o del Vicario (o Vicaría).
No queda prácticamente nada. Tras el terrible desastre provocado por el incendio de 1939, la desidia y la completa falta de respeto a lo que quedó del antiguo palacio hizo que desapareciera la fachada del Ave María. En la actualidad, sólo quedan unos pocos restos arqueológicos, testigos de aquel esplendor arquitectónico. El jardín es hoy un innecesario y absurdo aparcamiento de tierra. Fuera de lugar, agresivo con el monumento y sus restos, impropio de la armonía a la que aspira la ciudad. Una herida a la que se debería buscar solución, comenzando quizá por recuperar y recrear el equilibrio y la belleza de un jardín del Renacimiento.
Aquí les dejo el Almanaque de 1913 de La Ilustración Española y Americana: