Miguel de Cervantes y Alcalá de Henares
Algunos datos sobre cómo reflejó Miguel de Cervantes en su vida y en su obra a su ciudad natal.
Miguel de Cervantes y Alcalá de Henares quiere ir más allá en la vida de aquel niño que nació y vivió en Alcalá de Henares hasta 1551. ¿Qué sintió Cervantes hacia su patria chica y cómo lo reflejó en sus escritos?
Comenzando por su obra maestra, El Quijote, en algunos versos de la primera y segunda parte aparece el río Henares, aunque la única cita clara a la ciudad se produce en el capítulo XXIX de la primera parte. Está hablando el cura a don Quijote en Sierra Morena: «…Y aún haré cuenta que voy caballero sobre el caballo Pegaso, o sobre la cebra o alfana en que cabalgaba aquel famoso moro Muzaraque, que aún hasta ahora yace encantado en la gran cuesta Zulema, que dista poco de la gran Compluto«.
En la novela pastoril La Galatea parte de la trama se desarrolla en las riberas del Henares e incluso la protagonista nace, como el propio Cervantes, a orillas de este río: «En las riberas del famoso Henares, que al vuestro dorado Tajo, hermosísimas pastoras, da siempre fresco y agradable tributo, fui yo nascida y criada, y no en tan baja fortuna que me tuviese por la peor de mi aldea«. El famoso río alcalaíno también va a aparecer en algunos fragmentos de la novela Los trabajos de Persiles y Segismunda.
Por otro lado, una interesante reflexión sobre la universitaria Alcalá de Henares la encontramos en una de las Novelas Ejemplares : El coloquio de los perros. Casi al principio de la obra se hace referencia a la Universidad de Alcalá en el siguiente diálogo entre los perros Cipión y Berganza:
«Cipión.- ¿Qué le oíste decir?
Berganza.- Que de los cinco mil estudiantes que cursaban aquel año en la Universidad, los dos mil oían Medicina.
Cipión.- Pues, ¿qué vienes a inferir deso ?
Berganza.- Infiero, o que estos dos mil médicos han de tener enfermos que curar (que sería harta plaga y mala ventura), o ellos se han de morir de hambre.»
Curioso pasaje donde quizá Cervantes evoque las dificultades económicas que tuvo que pasar en Alcalá de Henares su padre, simple cirujano sangrador en una ciudad llena de médicos, y que seguro algún día contó a su hijo.
Por último, es interesante hacer referencia a un documento clave, fechado en 1580, en el que el propio Miguel de Cervantes confiesa su origen alcalaíno. El documento comienza de la siguiente manera:
«Ilustre Señor: Miguel de cerbantes natural de alcalá de henares residente en esta corte digo que a mi derecho conbiene probar y aberiguar con información de testigos de como yo e estado cabtibo en la ciudad de argel y como soy rrescatado y lo que costo mi rrescate …«