La batalla de Torrejón de Ardoz y el alcalde Pedro María Correal
La batalla de Torrejón de Ardoz y el alcalde Pedro María Correal
Por el año 1843, en época de Isabel II, andaban a la gresca políticos y militares viendo cómo gobernar nuestro país. Diferentes facciones se enfrentaban desde hacía años buscando la manera de imponer al contrario su ideología y su razón política. Estábamos en éstas, cuando el general Antonio Seoane, a las órdenes del también general Baldomero Espartero, se enfrentó en singular batalla en Torrejón de Ardoz a las tropas del general Narváez. ¿A qué vino todo este lío? Pues lo dicho, el progresismo de Espartero se enfrentaba a las ideas moderadas de Narváez, y parece ser que pensaron que la mejor manera de solucionar el problema era decidir mediante el uso de la fuerza quién gobernaría. Una curiosa manera de imponer las ideas políticas que ha hecho mucho daño a la historia de nuestro país.
El caso es que el 22 de julio de 1843 tuvo lugar la batalla de Torrejón de Ardoz, aunque no tuvo que ser gran cosa porque se la conoció como «el tiroteo de Torrejón» (los heridos no llegaron a cien y casi no hubo víctimas mortales). Ganó Narváez y gobernó (la década moderada) hasta 1854, fecha en la que Espartero acabó por las bravas (mediante el pronunciamiento conocido como La Vivalvarada) con el gobierno de sus adversarios políticos, inaugurando el llamado «bienio progresista».
Es curioso como el entonces alcalde de Torrejón de Ardoz supo aliarse con el bando ganador, siendo reconocidos sus méritos de manera gloriosa en 1846 con la concesión de la Cruz de Caballero de la Orden de Isabel la Católica «en recompensa de los servicios personales y pecuniarios que prestó cuando la memorable batalla de aquel nombre» (expediente de propuesta de concesión (1844)). Se llamaba Pedro María Correal y, además de alcalde, era era vecino y propietario en la Villa de Torrejón de Ardoz.