Hospital psiquiátrico La Milagrosa de Alcalá de Henares
A principios del siglo XX, Alcalá de Henares se propuso ser pionera y estar en la vanguardia de los estudios y tratamientos psiquiátricos en Europa. Y para ello, qué mejor que enfocar los esfuerzos en la construcción de un manicomio donde se pudieran aplicar los métodos más modernos en lo que se refiera a las enfermedades mentales.
Todo comenzó en 1926, previo acuerdo del Ayuntamiento de Alcalá de Henares y la Diputación Provincial de Madrid. El ayuntamiento ponía a disposición de la diputación una importante extensión de terrenos en la carretera de Meco (previa compra a diferentes propietarios) a cambio de la construcción de un gran complejo dedicado a manicomio.
La diputación designó a una eminencia en el campo de la psiquiatría, el doctor Sanchís Banús, y al arquitecto Sr. Fort para que dieran forma al proyecto, que se pensó para albergar a 1500 enfermos. El nombre que se iba a dar era «Hospital psiquiátrico La Milagrosa». Pero el proyecto no acababa de arrancar, debido, entre otras cosas, a la falta de financiación, a problemas de suministro de agua o a los derivados de los vaivenes políticos de la época. Todo ello con gran disgusto de los alcalainos, que veían en la construcción del nuevo manicomio una manera de mejorar la maltrecha economía de principios del siglo XX.
Entre que llegaba y no llegaba el manicomio, el ayuntamiento cedió a la diputación el edificio del antiguo convento de San Juan de la Penitencia como centro psiquiátrico provisional. En este centro, llegarán a estar ingresados famosos enfermos de la época, como el Buscavidas, Gasparine o el curioso personaje llamado don Valentín de Borbón y Borbón que, a pasar de tan rimbombante apellido, se dedicaba a vender lotería y al antiguo oficio de criado. Entre tanto, el arquitecto Luis Sainz de los Terreros hizo un proyecto que parecía el definitivo en torno a la gran obra que se preveía.
En 1930 se consiguió dar un nuevo impulso a la obra, pero sin llegar a hacerse realidad. Durante la Segunda República, en 1932, por fin se consiguió comenzar la construcción del nuevo manicomio, ahora bajo la dirección del arquitecto Hernández Briz.
La primera piedra se puso el 10 de diciembre de 1932 con la presencia del Presidente de la República Niceto Alcalá Zamora y de Manuel Azaña. Gran acto en el Paraninfo, inauguración también de infraestructuras militares en al ciudad y la voluntad de convertir a Alcalá de Henares en la gran sede de la «Universidad de la Psiquiatría» en España.
El conjunto se construyó entre 1932 y 1936. La Guerra Civil trastocó la idea original y se dedicó a usos como el de campo de concentración o cuartel. Tras la guerra, como Base Fernando Primo de Rivera, fue cuartel de Caballería y sede del Centro de Instrucción de Reclutas nº 2 y acuartelamiento de la Bripac (hasta 2008 con el trasladó a Paracuellos).
Hoy, salvo un pequeño destacamento militar, el conjunto no tiene un uso real, esperando que este conjunto de edificios (muchos de ellos de la posguerra, pero conservando gran parte del proyecto original) se convierta en parte de un patrimonio de Alcalá de Henares que tenemos que conservar entre todos.
En 1995, se inauguró el Monumento a la Brigada Paracaidista en la rotonda de Meco, junto a la entrada del antiguo manicomio-cuartel, obra del escultor Miguel Ángel Sánchez.