El Casino de Alcalá de Henares, paseo de Cervantes, 3 y 4
En 1905, la imprenta de Julián Lobo, situada en la calle Mayor número 14, publicó los nuevos Estatutos y Reglamento del Casino de Alcalá. La institución, situada en el «Paseo de Cervantes, 3 y 4», tenía como sede en ese momento un bello edificio de aire entre neoclasicista y ecléctico, que se caracterizaba por su gran balcón central abalaustrado a la plaza de Cervantes y sus bellos frontones, que alternaban formas curvas y rectilíneas.
Según atestigua Pedro Poderoso, secretario de la institución en aquel momento, el Casino de Alcalá tuvo sus primeros estatutos allá por el mes de marzo de 1888, fecha probable de su fundación.
Es muy probable que la institución naciera como resultado de la presencia militar en la ciudad a partir de la desaparición de la Universidad y la transformación de Alcalá de Henares en un gran centro logístico y operativo del ejército.
La sociedad alcalaína cambió y se convirtió en algo normal y cotidiano ver a las cuadrillas de jóvenes soldados pasear la ciudad y participar de todo aquello que ofrecía, al igual que ocurrió en el pasado universitario, a los nuevos y uniformados vecinos.
Pero también se asentó en la ciudad una clase dirigente militar, una élite que pronto se integró como parte de la «alta sociedad complutense» y que participó de sus instituciones, de su ocio y de sus intereses económicos y políticos.
En este contexto pudo nacer el Casino de Alcalá, una asociación que tuvo como objetivo fundamental «proporcionar a los señores que la forman, las distracciones y recreos no vedados por las leyes», eso sí, «siendo, por consecuencia, completamente ajeno al fin social, todo acto de carácter o tendencia política o religiosa».
Como dato curioso, la cuota de los socios en 1905 era de tres pesetas mensuales. También llama la atención la prohibición de entrar en la sede a los vecinos de Alcalá de Henares que no fueran socios, aunque se permitía la entrada de forasteros (acompañados por un socio) durante 15 días, siempre que lo solicitara un socio de la institución.
Por otro lado, es interesante comprobar el modelo organizativo de la asociación. Se dividía en diferentes secciones: recreos mayores, recreos menores, repostería, decorado y mobiliario, lectura y biblioteca y servidumbre. Cada sección estaba a cargo de dos vocales de la junta directiva.
En cuanto a la biblioteca y gabinete de lectura, tuvo que ser importante, contando con periódicos y revistas de actualidad y de numerosas publicaciones que, en todos los casos, sólo podían ser consultadas en la sala de lectura.
Entre sus atractivos estuvo el de contar con una mesa de billar y un curioso servicio de «Comptoir» o mostrador centralizado donde los socios podían abonar en un solo pago todos los gastos realizados durante el día.
Otras normas obligaban a la uniformidad de los empleados o a la prohibición de la entrada de perros al local. En cuanto a los niños, se permitía el acceso en algunas zonas y siempre acompañados de un socio.
El estallido de la guerra civil de 1936 fue fatal para la institución, que pasó por diferentes usos, desapareciendo de hecho a lo largo de la contienda. El edificio se mantuvo y se recuperó en parte tras la guerra, hasta la total desaparición de la entidad a mediados del siglo XX. En cuanto a la disolución, por obligación estatutaria, se debía proceder a la venta de todos los activos, muebles e inmuebles en un plazo de tres meses, donando el producto de la venta a casas de beneficencia de Alcalá de Henares. Parece ser que gran parte de la biblioteca acabó en la del Círculo de Contribuyentes de la plaza de Cervantes.
Una interesante fotografía de Baldomero Perdigón Puebla muestra el Casino de Alcalá en 1963 como sede de la «Delegación Comarcal de Sindicatos». El edificio aparece bastante deteriorado y muy cerca de desaparecer. En su lugar se construyó, en parte del solar, el edificio que albergó unas oficinas de Banesto. El resto del terreno y el solar contiguo sirvió para construir la actual sede de la concejalía de Hacienda del Ayuntamiento de Alcalá de Henares.
El Casino de Alcalá de Henares, paseo de Cervantes, 3 y 4
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