El cardenal Mazarino en Alcalá de Henares
El cardenal Mazarino en Alcalá de Henares
Julio Mazarino (Giulio Mazarini), el Cardenal, francés, pero italiano, uno de los hombres más poderosos de Europa en el siglo XVII… que, de alguna manera, también se puede considerar español. Y me refiero sobre todo al interés, predilección o afición que sentía hacia nuestro país.
Italiano de nacimiento, nació en 1602 en Abruzzos (este de Italia) cuando la zona era posesión española. Su familia estuvo al servicio de la poderosa familia romana de los Colonna. Estudió, entre los siete y los dieciséis años, en el Colegio Romano de los jesuitas, institución que le marcó y donde se formó como un aplicado y estudioso alumno. La influencia jesuita quizá fue una de las claves de su personalidad política.
Al acabar sus estudios en Roma, como era casi de esperar, tuvo una etapa de rebeldía y de necesidad de romper con las normas y la rigidez de su educación. Fiestas, amoríos,… en definitiva, una época transgresora que acabó, gracias a los Colonna, con la decisión de enviarle a estudiar derecho canónico a una de las universidades más prestigiosas de Europa: la de Alcalá de Henares. Llegó a España con diecisiete años en el séquito del cardenal Colonna.
Estudió en la Universidad de Alcalá de Henares durante dos años (1619-1621) y se encontró con una magnífica ciudad en pleno desarrollo universitario; una ciudad en transformación en la que se empezaban a construir los bellos edificios colegiales y monásticos del siglo XVII. Maestros, jóvenes estudiantes, impresores, pícaros, comerciantes, aprovechados prestamistas… Vida, mucha vida, llena de contrastes y claroscuros que también acabó por atraparle. Se enamoró tan locamente de la hija de un prestamista que se quiso casar con ella. Pero no pudo ser, el cardenal Colonna cortó por lo sano la relación y envió a Julio a Roma para que acabara sus estudios.
En Alcalá de Henares, Mazarino, además de aprender perfectamente español, vivió con intensidad el carácter y las costumbres españolas de la época y seguro que de alguna manera también cambió su forma de ser.
El caso es que ya francés y al servicio de Luis XIII, fue nombrado Cardenal sin ser sacerdote, siguió con sus costumbres y sus gustos, alcanzó el poder tras la muerte del cardenal Richelieu, pero sobre todo alcanzó el favor de una española muy poderosa en la corte francesa: la reina Ana de Austria. Hija de Felipe III de España, esposa de Luis XIII de Francia y madre de Luis XIV, mantuvo con Mazarino una profunda relación política y de amistad, hasta el punto de provocar rumores, como el de una posible relación amorosa entre ambos. Incluso se llegó a decir que Luis XIV podía ser hijo de Julio y Ana, eso sí, todo sin confirmar…
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