CLAUSTRO, CENTRO DE INTERPRETACIÓN Y MUSEO DE LA CATEDRAL MAGISTRAL DE ALCALÁ DE HENARES
Se accede al Claustro, Centro de Interpretación y Museo de la Catedral Magistral de Alcalá de Henares desde la antigua capilla mudéjar de Pedro López de Ayala; un centro expositivo que complementa y enriquece la visita al conjunto monumental del templo.
El Centro de Interpretación ocupa tres crujías del claustro. Fue inaugurado en 2005, con motivo del Año Jubilar de los Santos Niños, y pretende ofrecer al visitante una visión sintética del origen e historia del templo catedralicio. La primera sección aporta importante información acerca del martirio de los pequeños Justo y Pastor, de su enterramiento en el «campo laudable» y del culto y primeras edificaciones en el lugar que actualmente ocupa la Catedral. La segunda sección narra el origen de la iglesia complutense y las vicisitudes de las reliquias de los niños mártires durante el invasión musulmana hasta su regreso a la ciudad en 1568. La última sección hace referencia a la historia moderna y contemporánea del templo, su vinculación con la Universidad por voluntad de Cisneros, su patrimonio artísico y su trágica destrucción en 1936.
Durante la visita puede admirarse el Claustro, actualmente acristalado, que responde a un sencillo trazado herreriano, de planta cuadrada con arcos de medio punto y pilastras adosadas. Terminado de construir hacia 1614, se podría atribuir a la escuela arquitectónica de los Mora. En su crujía norte han sido reconstruidos parte de los restos de la escalera del patio de Fonseca del palacio Arzobispal. Labrada por Alonso de Covarrubias en el siglo XVI por encargo del cardenal Tavera la escalera fue destruida durante el incendio del Palacio en 1939. La crujía oriental acoge una serie de lápidas sepulcrales, con variedad de ornamentación heráldica, correspondientes a personajes históricos enterrados en el templo, entre los que cabe destacar a Andrés Lorente, autor de «El porqué de la música» y organista de la Magistral.
Desde la crujía sur del claustro se accede al Museo. La primera sala alberga el sepulcro del arzobispo Carrillo de Acuña. Esta magnífica obra de la escultura funeraria gótica sufrió daños durante el incendio de 1936, al caer sobre ella las bóvedas del templo. Se presenta restaurada a partir de los elementos conservados y de la abundante documentación gráfica existente. Atribuido al maestro Sebastián y procedente del antiguo convento de Santa María de Jesús, el sepulcro está labrado en alabastro blanco en forma de túmulo, con torreones en las esquinas y motivos heráldicos en los laterales. Sobre la cama, la figura yacente del arzobispo, vestido de pontifical y con rasgos de gran realismo.
El Museo o Tesoro propiamente dicho está ubicado en lo que fue la Sala Capitular, y alberga lo más valioso que ha podido conservarse del rico patrimonio artístico del templo cisneriano. En una sencilla estancia rectangular, con techumbre decorada por casetones en que podemos leer las iniciales de los patronos, Justo y Pastor, encontramos una extraordinaria colección de piezas de orfebrería (siglos XV-XIX). El portapaz de Cisneros, realizado en plata sobredorada con representación del Descendimiento de la Cruz o Piedad sobre fondo lapislázuli, constituye una pieza clave de la orfebrería española medieval. El Cáliz de Cisneros, realizado en Burgos a comienzos del siglo XVI, es ya una obra de transición al Renacimiento. La Custodia de asiento, realizada en plata sobredorada y latón por el orfebre A. Piquero a comienzos del siglo XVII, fue un regalo del cardenal Sandoval. De especial importancia es una arqueta de marfil, conocida como «de los sentidos» por representarse en su parte superior y laterales los cinco sentidos corporales hermosamente labrados. Es una pieza flamenca de mediados del siglo XVI, donada por el cardenal García de Loaysa para la custodia de la Santa Espina.
En el museo se exhibe en depósito la conocida como “Arca de las Victorias, una magnífica pieza del siglo XVI en plata labrada donde se narran hazañas victoriosas del rey Carlos I. Precede del Antiguo convento cisterciense de San Bernardo y fue un regalo a la comunidad momástica del arzobispo de Toledo Bernardo de Sandoval y Rojas.
Al fondo de la Sala Capitular encontramos una sección en la que se muestran varias casullas de épocas diversas y una pequeña muestra de pintura, en la que destaca el excepcional Tríptico flamenco de la Epifanía o Adoración de los Reyes, obra del maestro de la Santa Sangre, de la escuela de Brujas, fechado en 1520.
Información sobre el Museo de la Catedral Magistral en:
