La casa nobiliaria en Alcalá de Henares

La casa nobiliaria en Alcalá de Henares muestra unas características tipológicas propias de la zona geográfica donde se asienta la ciudad. Nuestro centro histórico no sólo tiene importancia por sus edificios monumentales sino también porque se ha conservado un buen número de casas y palacios que van desde el siglo XV al XIX, que dan un aire homogéneo al conjunto urbano.

La vivienda típica alcalaína tiene unas características singulares que se derivan de la casa árabe, que a su vez lo hace de la romana. Suelen ser de dos plantas, excepto en la zona de la calle Mayor donde llegan a tres o incluso más alturas. Las fachadas se levantan sobre un zócalo de piedra. En su centro se abre la portada principal, normalmente cerrada por arco de medio punto. En el piso bajo, las ventanas están enrejadas y en el piso superior se instalan balcones, también de hierro, estando uno, el llamado balcón de honor, en el eje de la puerta principal. Es este el lugar donde habitualmente se encuentra el escudo familiar.

El interior de la casa se centra en el patio al que van a dar todas las dependencias. Suele ser de planta cuadrada y estructura porticada, bien con columnas de piedra o bien con pies derechos de madera. Elementos singulares son la escalera, siempre construida en armonía con el patio, y el pozo de piedra. En las habitaciones, los techos se cubren con bovedilla castellana o con sencillos alfarjes de madera. La casa se complementa con bodega en el subsuelo y una huerta o corral en la parte posterior.

Este modelo tuvo gran éxito entre los siglos XV al XVII y no sólo se aplicó a casonas nobles sino que incluso se hizo extensivo a los colegios universitarios (Santa Catalina de los Físicos), a los conventos (Imagen, Santa Catalina de Siena) e incluso hospitales (Antezana).

Algunos ejemplos:

Como ejemplo del gran patrimonio de la ciudad en este tipo de edificaciones históricas, a continuación se destacan algunas de las numerosas casas nobiliarias del centro histórico.

Casa de la calle de las Damas nº 4. A pesar del alto grado de restauración esta casa nos permite hacernos una idea de la grandiosidad que llegaron a tener estos palacios y de cómo se pueden reaprovechar para usos modernos. Actualmente es un centro para la tercera edad.

Casa de la calle Infanta Catalina nº 3. Muy cerca de la anterior, en la calle Infanta Catalina, tenemos una notable casa de la misma época que la anterior. Aunque difícil de visitar, destaca por su airoso alero en la fachada y una portada con la leyenda «Nuestra Señora de la Consolación, año 1661».

Casa de Diego de Torres de la Caballería. Situada en la plaza de la Victoria. Don Diego de Torres fue uno de los nobles complutenses que más destacó en la concesión del título de ciudad para Alcalá en 1687. El arquitecto restaurador, José María Pérez, Peridis, realizó una soberbia rehabilitación en la que constantemente se van diferenciando los elementos originales y los añadidos. Los suelos se pavimentaron con reproducciones de mosaicos romanos de Complutum, realizados por el Taller Escuela de Arqueología. Hasta hace poco ha sido la sede de la Cámara de Comercio e Industria de Madrid en Alcalá de Henares.

Antigua casa de los López de la Flor en la calle de Santiago nº 13. La gran calidad del edificio, el buen estado de conservación y la magnífica restauración permiten afirmar que tal vez sea el más representativo de todos. Al situarse en plena zona monumental y al estar abierto el patio prácticamente durante todo el día es inexcusable para el turista pasar al interior a echar una mirada al bello patio. En la actualidad, entre otras funciones, es Centro de Salud Municipal.

En la misma calle de Santiago tenemos otros dos buenos ejemplos: el restaurante Sono tiene en su interior un interesante patio de arquitectura popular. En la misma acera, el Sanatorio Vallés conserva la portada de la que fue casa del médico de cámara de Felipe II.

Casa de los Anchía, situada en la calle Cardenal Cisneros. Otra de las familias protagonistas de la concesión del título de ciudad a Alalá de Henares. Casona del siglo XVII que conserva trazas de su patio de columnas. Tras una gran restauración, funciona como centro juvenil.

Casa de la plaza de Santa María la Rica. Hasta su cierre, en ella sobrevivió un popular comercio alcalaíno: las Bodegas Criado. Es otro buen ejemplo de casona renacentista del siglo XVI con hermoso patio de columnas. Conserva también la bodega original de ladrillo.Tras una cuidadosa restauración se ha convertido en edificio de viviendas.

Casa nº 8 de la calle del Gallo. Interesante ejemplo de casa palacio de origen renacentista. Muy restaurada como edificio de viviendas. En el dintel de piedra de la portada se puede leerse “Si bene egeris, tibi auxilium dabis” (si haces el bien, a ti te ayudas).

Casa de la calle Escritorios nº 11.  Ejemplo de casa palacio renacentista (siglo XVI) recientemente restaurado como edificio de viviendas. Conserva un bello patio donde se combinan pies derechos de madera con columnas que sujetan magníficas zapatas de piedra decoradas. También conserva algún alfarje de mudéjar en antiguas estancias interiores.

Casa en la calle Cardenal Cisneros nº 22. Evenia Hotel Alcalá. El edificio data del siglo XVI. Entre sus usos estuvo el de «Casa de Postas», posiblemente debido a su cercanía a la entrada a Alcalá de Henares desde el camino de Madrid (por la puerta de Madrid). Restaurado como hotel por la cadena Evenia, conserva un bello patio porticado con columnas y las magníficas bodegas de la casa.

Casa de la calle Empecinado nº 23. Café Continental. Antigua casa posiblemente del siglo XVII que conserva, aunque muy transformados, elementos tipológicos de los orígenes de la construcción: restos de las columnas del patio, estancias y una bella portada con escudo nobiliario.

La Posada del Diablo o del Infierno (Avda. de Madrid nº 2). Situada en la antigua entrada a la ciudad desde Madrid (junto a la puerta de Madrid), la casa ya aparece en el grabado de Wyngaerde de 1565. Muy transformada a lo largo del tiempo, tras la última rehabilitación se ha convertido en edificio de viviendas y en establecimiento hostelero. Conserva una interesante bodega del siglo XVI o XVII. Aparece citada en el capítulo XXVIII del apócrifo «Segundo Tomo del Ingenioso Hidalgo D. Quijote de la Mancha», de Alonso Fernández de Avellaneda. Dicho capítulo se desarrolla en Alcalá de Henares; Don Quijote, junto con sus compañeros de viaje se aloja en un mesón: «un mesón fuera de la puerta que llaman de Madrid, en la posada del Diablo o del Infierno pasaron la noche D. Quijote y Sancho».

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