Los artesonados del palacio de Selgas y Alcalá de Henares

Encontré información sobre el palacio de Selgas en El Pito curioseando en torno a Cudillero (Asturias), con intención de pasar unos días de vacaciones. Una sorpresa la belleza y conservación del palacio, pero sobre todo me llamó la atención la reproducción de dos obras de arte magníficas con las que contó Alcalá de Henares.

El Palacio de Selgas o La Quinta es un excelente museo particular donde se exhibe el legado de la familia Selgas-Falgade. Una historia familiar curiosa que comenzó con la herencia de unos padres que prosperaron gracias a un negocio de Ultramarinos en el Cudillero de mediados del siglo XIX. Uno de los hijos, Ezequiel, supo aprovechar la herencia, se trasladó a Madrid, ganó mucho dinero en bolsa y conectó con las las clases más altas de la capital, como los marqueses de Urquijo o el marqué de Salamanca. Con este último llegó a asociarse para poner en marcha el famoso ensanche de Madrid que lleva el nombre del aristócrata. Su arraigado sentido familiar hizo que se hiciera cargo de su hermano pequeño, Fortunato, al que dio estudios, llegando a convertirse en un conocido abogado e historiador, un hombre profundamente enamorado de la cultura que viajó por Europa y que llegó a adquirir muchas e importantes obras de arte.

Y es aquí donde comenzó la historia de este palacio. El propio Fortunato de Selgas proyectó a partir de 1880 esta gran casa familiar de estilo renacentista italiano. Las obras finalizaron en 1895, haciendo realidad el proyecto de Fortunato, aunque con la firma del arquitecto Vicente de Lampérez. Además del palacio, también se construyó la iglesia de Jesús Nazareno y las Escuelas Selgas, hoy convertidas en Instituto de Secundaria.

Filantropía, amor al arte y a la historia, la necesidad del lujo de nuevos ricos que llenaron su tierra natal de suntuosas residencias llenas de un riquísimo patrimonio. Una residencia familiar que estuvo ocupada hasta el año 1992, formando desde entonces parte del patrimonio la la Fundación Segas-Falgade.

Una gran colección pictórica, sobre todo de los siglos XVI y XVII, joyas, tapices, mobiliario histórico y magníficas recreaciones, esculturas, una estupenda biblioteca, pinturas en los techos de Casto Plasencia…; un extraordinario patrimonio artístico que conserva dos joyas recreadas del desaparecido Palacio Arzobispal de Alcalá de Henares.

Una de ellas en el comedor. Cubriendo la suntuosa sala podemos ver una magnífica réplica en madera de castaño de uno de los artesonados que embellecieron el renacentista palacio de Alcalá de Henares. De casetones hexagonales, con rica decoración renaciente y madera en su color. La otra joya es también otra bella reproducción de uno de los artesonados complutenses. Se trata del que cubre la biblioteca de la casa de los Selgas. En madera de castaño y con decoración de formas cuadrangulares y hexagonales alargadas, cuenta con una profusa decoración vegetal.

La reproducción de dos joyas que es muy probable que conociera Fortunato de Selgas durante alguna visita al palacio Arzobispal de Alcalá de Henares en aquellas excursiones que los amantes del arte realizaban entre finales del siglo XIX y principios del XX. Por desgracia, los originales alcalaínos desaparecieron en el incendio de 1939 y hoy nos tenemos que conformar al menos con admirar estas delicadas réplicas.

Enrique M. Pérez

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