La reja neorrenacentista del Palacio Arzobispal, Alcalá de Henares
La reja neorrenacentista del Palacio Arzobispal, Alcalá de Henares
La reja de estilo neorrenacentista del Palacio Arzobispal de Alcalá de Henares es un Un bello elemento decorativo y arquitectónico del siglo XIX que abrió en antiguo patio de Armas del edificio a la plaza de Palacio.
Con anterioridad, el patio de Armas se cerraba con un gran muro de tapial en el que se podía ver una puerta en su centro para carruajes y otra lateral de carácter secundario. La nueva reja se incluye como parte del gran proyecto rehabilitador del conjunto para Archivo General Central, desarrollado por el arquitecto Juan José Urquijo a partir de 1859. Va a ser el propio Urquijo quien firme las trazas de la nueva reja, contratada a José María Quirós, contando con un presupuesto de 67.339 pesetas.
Como era habitual en aquella época, la fabricación de la verja salió a subasta (4 de febrero de 1878), y se adjudicó a una empresa belga, que la labró en hierro. En el diseño intervino el escultor florentino Pedro Nicoli, que trabajó en la restauración y adecuación de la decoración del palacio. Hermano de Carlo Nicoli (autor de la estatua de Miguel de Cervantes situada en la plaza de Cervantes de Alcalá de Henares), su obra es un interesante exponente de la escultura historicista italiana en España durante el siglo XIX.
En la factura de la reja se aprecia el gusto por la decoración renacentista en los medallones, las columnas abalaustradas, las lanzas, florones y las formas que recuerdan a las grandes rejas del renacimiento español. Hasta el mes de mayo de 1880, con los bellos jarrones diseñados por Pedro Nicoli, no se completó el conjunto, eso sí, previa aprobación de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Destacan los bellos medallones, donde se pueden ver formas vegetales y bustos de soldados, ancianos, damas y caballeros labrados de perfil y de frente, a la manera del renacimiento del siglo XVI.
La reja quedó finalizada completamente y colocada en su situación actual en 1880. A lo largo del tiempo ha sufrido pérdidas y destrozos, sobre todo debido al gran incendio del palacio en 1939. A partir de 1996, se desarrolló un gran proyecto de restauración y rehabilitación del conjunto del Palacio Arzobispal para convertirlo en sede del recién recuperado (en 1991) obispado complutense. Se restauró la reja, dándole un acabado en bronce, completando los elementos decorativos desaparecidos y reintegrando los grandes jarrones de piedra que se habían perdido.