Juegos de suerte y azar en las Ferias de Alcalá de Henares de 1816
Juegos de suerte y azar en las Ferias de Alcalá de Henares de 1816
Es una de esas muchas historias curiosas de las que nos sirven para conocer un poco más de la sociedad alcalaína de principios del siglo XIX. Son las famosas Ferias de Alcalá de Henares, las de finales de agosto, por San Bartolomé. el año es 1816 y la ciudad bulle de comerciantes, compradores, curiosos y gentes venidas de incontables lugares de España para asistir a tan gran acontecimiento. Y es aquí donde comienza el problema. El dinero, el sacar partido en beneficio de la ciudad -que no hay que presuponer en principio otro tipo de motivación- de una actividad económicamente tan rentable, posiblemente fue la razón por la que el regidor de Alcalá de Henares, Pedro Nicolás de Verda, dio licencia, el 30 de julio, a algo que estaba estrictamente prohibido por la legislación vigente: la práctica lucrativa de juegos de suerte y azar a cargo de profesionales, que instalaban sus puestos en la feria. Y como no podía ser de otra manera, se lió.
El corregidor de Alcalá de Henares, tras el aviso y la correspondiente inspección (firmada el 29 de agosto) acabó prohibiendo tal práctica, firmando el documento el día 30 del mismo mes y obligando al regidor a retractarse de su generosa licencia.
El caso es que el documento viene muy bien para conocer qué juegos de suerte y azar se prohiben y cuáles eran, por tanto, los que contaban con más aficionados:
«donde había diferentes juegos de suerte y azar, como era el bisbis (o visvis) bajo de varias formas, una (ilegible) de (ilegible) con navajas alrededor, con título de rueda de la fortuna; y otro de unas bolitas pequeñas que las tiraban en tierra en unos (ilegible) con círculos en su medio, donde la suerte se reducía a hacer pares o nones… en cuya vista probé a hacerlo presente al corregidor, que me dijo que aprehendiese los juegos de visvis que le hacen de naipes y de otras figuras y que el de navajas, bolas y otras visvis con una bolita tirada por una especie de embudo de madera,…»
El bisbis (visvis) era un antiguo juego parecido a la ruleta, pero con variantes. A grandes rasgos era algo así: se pintaban en una tabla (biribis) diferentes casillas cuadradas o redondas, cada una con su dibujo y valor, había bolitas con un pergamino dentro que correspondía al valor de cada casilla. Se apostaba a una o varias casillas y si salía su bola (las bolas estaba en una bolsa), ganaban o multiplicaban el dinero apostado.
Lo de la «rueda de navajas» debía ser una especie de juego de dardos y lo de las «bolitas» algo parecido al juego de petanca, donde apuesta económica dependía de hacer pares o nones cuando se tiraban las citadas bolas.
Archivo Histórico Nacional. Acceso al documento