Historia de Alcalá de Henares
Historia de Alcalá de Henares
Situada entre Madrid y Guadalajara, la forma más fácil de llegar a la ciudad es a través de la autovía A-2 y la autopista de peaje R-2. Además del acceso por carretera, tenemos la posibilidad de llegar a Alcalá de Henares por tren, desde las estaciones madrileñas de Atocha y Chamartín, y por avión gracias a la proximidad de Alcalá de Henares con el aeropuerto de Barajas (14 kilómetros).
Cercanía a Madrid y buenas comunicaciones convierten a Alcalá de Henares en una opción dinámica, atractiva, segura y joven a la hora de elegir destino donde celebrar una reunión de trabajo, realizar un viaje de incentivo, aprender el idioma español, ir de compras o simplemente dejarse llevar por el placer de pasear y visitar todo lo que ofrece la única Ciudad Patrimonio de la Humanidad de la Comunidad de Madrid. Reconocida con este título por la Unesco en 1998, la Alcalá de hoy es un centro cultural, educativo, comercial e industrial de primer orden. Capital de la rica comarca del río Henares, en torno a sus actividades económicas y culturales se desarrolla todo un conjunto de servicios que hacen de la ciudad uno de los destinos turísticos más dinámicos de España.
Como su nombre indica, la ciudad cuenta con un río, el Henares, y gracias a él se fue creando la naturaleza y se fueron desarrollando los diferentes asentamientos humanos que dieron origen a Alcalá de Henares. Así lo atestiguan los restos prehistóricos, que han ido apareciendo en torno al cerro de San Juan del Viso. Con el tiempo, Roma conquistó estas tierras y las dio nombre: Complutum.
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Tras el periodo visigodo, llegaron los hombres del Islam. La conquista musulmana cambió la ubicación de la ciudad. Nació de nuevo al Este y se fundó rodeada de murallas y protegida por una inmensa fortaleza, “Al Qal’ at Abd Al-Salam”, de donde procede la denominación de la actual Alcalá de Henares.
En 1118, el primer arzobispo de Toledo tras la Reconquista, un francés llamado Bernardo, tomó la ciudad a los musulmanes. La ciudad revive en torno al lugar donde la tradición decía que habían muerto dos pequeños cristianos, llamados Justo y Pastor, a principios del siglo IV. En 1129, el rey Alfonso VII de Castilla donó Alcalá y sus tierras a los arzobispos de Toledo. Estos construyeron un importante castillo, luego palacio, donde residieron reyes y nobles, nacieron un emperador y una reina y se celebraron desde cortes y concilios hasta la primera entrevista entre Cristóbal Colón y los Reyes Católicos. Y ya desde la Edad Media, la cultura y la ciudad comenzaron a estar unidas cuando el rey Sancho IV, a petición del arzobispo García Gudiel, creó en Alcalá un Estudio de Escuelas Generales, antecedente de la Universidad del siglo XVI.
En 1499, el Cardenal Arzobispo de Toledo Francisco Jiménez de Cisneros fundó la Universidad Complutense. 1508 es el año en el que comenzaron las clases, convirtiéndose pronto en uno de los principales centros de irradiación de la cultura renacentista europea. La fundación universitaria transformó el urbanismo medieval de la ciudad y la convirtió en un armónico y ejemplar conjunto urbano dedicado a la cultura donde el tiempo fue mezclando lo renacentista y lo barroco. Y en un lugar de tanta sabiduría, en 1547, el destino quiso que naciera Miguel de Cervantes.
Alcalá de Henares compagina hoy el pasado con un presente y un futuro comprometidos con el desarrollo y la promoción de la ciudad en todos los sentidos. En el aspecto comercial, el centro histórico de Alcalá se ha convertido en un ejemplo de armonización de antiguas tradiciones con las más variadas propuestas en el mundo de la restauración y las compras. Una simbiosis perfecta que tiene su origen en una tradición de siglos. La Alcalá de las ferias (desde el siglo XIII), la de la plaza del Mercado (hoy dedicada a Cervantes), la de las tiendas de la vieja judería en torno a la calle Mayor y alrededores sigue existiendo en la actualidad, pero transformada y pensada para ofrecer el mejor servicio y calidad.
Una ciudad rica también en su tradición gastronómica. Dicen que en la cocina de Alcalá de Henares se nos harán familiares platos que hayamos podido leer en ‘’El Quijote’’. El arte culinario de Alcalá está influenciado por la cocina castellana, donde se pueden saborear platos como las sopas de ajo, duelos y quebrantos, migas con chorizo o los típicos huevos fritos. También son muestra de la cocina de la ciudad los corderos y cabritillos, así como los platos preparados con verduras y legumbres de temporada. Para postre no podemos olvidar las celebres almendras garrapiñadas de Alcalá, que aún se pueden comprar a través de un torno en el convento de clausura de las Clarisas, además de las rosquillas y las tartas costradas, creadas por los confiteros alcalaínos del siglo XIX.
Una Ciudad Patrimonio de la Humanidad que se llena de contenido con una de las programaciones culturales y turísticas más tradicionales y sólidas de la Comunidad de Madrid. En el mes de Febrero se celebra la Semana Gastronómica, y después, tras el carnaval, el popular entierro de la Sardina. Luego, la Semana Santa complutense, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional; con su tradición de siglos y con la particularidad única de ver pasar los pasos más bellos en un entorno único.
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En Abril se celebra la entrega del Premio Cervantes a la literatura. En junio el Festival de Teatro “Clásicos en Alcalá” consigue que la ciudad se convierta en un destino imprescindible para los amantes de la escena. En Agosto, las fiestas de los Santos Justo y Pastor. El tercer domingo de Septiembre se celebran las fiestas de la Virgen del Val. En Octubre se suceden una serie de actos que rememoran el día en el que fue bautizado Miguel de Cervantes (9 de Octubre de 1547) conocidos como Semana Cervantina, declarada también Fiesta de Interés Turístico Nacional. A principios de noviembre se celebra la representación itinerante “Don Juan en Alcalá” (Fiesta de Interés Turístico Nacional). También en noviembre se pone en marcha el Festival de Cine de Alcalá (ALCINE), uno de los más antiguos de España y el más importante en al mundo del cortometraje.
Para finalizar este pequeño recorrido por la cultura de la ciudad, en torno al 2 diciembre se conmemora la declaración de Alcalá de Henares como Ciudad Patrimonio de la Humanidad, llenándose la ciudad de todo tipo de actividades culturales y festivas.