Antiguo Colegio de Adoratrices de Alcalá de Henares
El antiguo Colegio de Adoratrices de Alcalá de Henares tuvo su origen en la intención de la Madre Sacramento, fundadora del Instituto de Religiosas Adoratrices, de poner en marcha, en 1862, un colegio en la finca de San Juan de Dios, pero problemas económicos la hicieron desistir de la idea. En 1905, el Padre Adolfo de Bárcenas, del Oratorio de San Felipe Neri, consiguió de la Generala de la Orden la fundación de un nuevo colegio en unaas casas del paseo de la Estación, propiedad de Soledad Armesto y Campuzano, viuda del Barco, donde ya había un colegio para niños pobres del que todavía quedan algunos restos.
El nuevo conjunto, en estilo neogótico, se terminó de construir en 1905 en el citado lugar del Paseo de la Estación. En el interior de la iglesia se conserva un notable Vía Crucis de catorce cuadros de gran tamaño (dos por cuatro metros) obra del pintor Francesc Vayreda i Casabò, de principios del S. XX. En 1997, el antiguo colegio fue abandonado por las religiosas, pasando el edificio a ser propiedad del obispado de Alcalá de Henares. Posteriormente, la iglesia se convirtió en parroquia de la comunidad ortodoxa de la ciudad.