Alonso de Alcalá y la Biblia Políglota Complutense, Alcalá de Henares
Alonso o Alfonso de Alcalá no nació en Alcalá de Henares. Vino al mundo en Alcalá la Real en torno a 1465 y pertenecía a la comunidad judía. La expulsión decretada por los Reyes Católicos significó para Alonso el tener que elegir entre ser fiel a la religión de sus antepasados o permanecer en su tierra natal. Su decisión fue la de convertirse al cristianismo y prosperar estudiando en Córdoba, Sevilla, Salamanca.
Como hombre de su época, conoció y fue maestro en varias disciplinas académicas como el derecho, la teología, la medicina y las lenguas. Llegó a tener a su cargo la cátedra de medicina de Salamanca y adquirió fama por su capacidad para las lenguas, por supuesto el hebreo, pero también el griego y el latín. Esta última circunstancia fue la que motivó al cardenal Cisneros a la hora de incorporarle a uno de sus grandes proyectos de reforma: la Biblia Políglota Complutense. De este modo, llegó a Alcalá de Henares y se puso a trabajar en el gran proyecto cisneriano. Una obra comenzada en 1502 y que se prolongó hasta casi la muerte del Cardenal.
En Alcalá de Henares formó parte de uno de los grandes equipos de filólogos que puso en marcha Cisneros. En su caso, junto a los también judeoconversos Pablo Coronel y Alfonso de Zamora, fue encargado de desarrollar la traducción latina de los textos en hebreo y arameo del Antiguo Testamento. Ambas lenguas eran las propias de la religión y la vida diaria en la época en la que vivió Jesús y su incorporación supuso un avance enorme en los estudios bíblicos. Su trabajo se reflejó en los cuatro primeros tomos de la Biblia Políglota Complutense y, con mucha probabilidad, en apéndices de la obra como el diccionario hebreo latino o el de nombres propios hebreos. Un gran trabajo multidisciplinar y en equipo en el que también intervino Antonio de Nebrija y que tuvo como broche de oro la magnífica impresión de la obra a cargo del taller alcalaíno de Arnao Guillén de Brocar.
Esta fue sin duda su principal obra, por la que fue reconocido y admirado. La brillantez de esta tarea posiblemente eclipsó otros trabajos de Alonso, como uno que se la atribuye, titulado «Jardín anagrammático». Pudo morir hacia 1540, para unos en Salamanca, para otros en Alcalá de Henares. Lo cierto es que es muy probable que esté enterrado, como el resto de autores de la Biblia Políglota Complutense, en la capilla universitaria de San Ildefonso de nuestra ciudad.
De lo que no hay duda, es de que Alonso de Alcalá fue uno de aquellos grandes intelectuales del Renacimiento que convirtieron a Alcalá de Henares en un referente de la educación y la cultura europea del siglo XVI.
Alonso de Alcalá y la Biblia Políglota Complutense, Alcalá de Henares
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