Colegio de San Patricio o Irlandeses
Se le conoció popularmente como colegio de San Jorge de los Irlandeses. Fue fundado para que, durante siete años, 20 estudiantes naturales de Irlanda, Flandes y Holanda se dedicaran a estudiar Teología en la Universidad de Alcalá de Henares. El objetivo de este tipo de fundaciones, que se repite en otras universidades españolas, no era otro que formar sacerdotes para que predicaran la fe católica en sus países de procedencia (sobre todo Irlanda), acosados como estaban por las «herejías reformistas».
Tuvo una primera fundación a cargo del irlandés John O’Neill en 1630, fracasando el intento debido a las dificultades económicas. Lo refundó el Barón portugués don Jorge de Paz Silveira por testamento otorgado en Madrid el año de 1645, no olvidándose, en este caso, de las necesidades materiales de los colegiales, a los que dejó una renta de 5000 ducados.
El edificio, en la calle de Escritorios, está atribuido al arquitecto Antonio Jordán. En la fachada principal vemos siete balcones coronados por frontón triangular de ladrillo, salvo el central que, tras la restauración de los años ochenta (puede que siguiendo el modelo original), tiene vano y frontón curvo de piedra. En 1676, se sustituyó la antigua portada en arco de medio punto por la actual adintelada de piedra con orejeras. A ambos lados, recorren la planta baja de la fachada seis ventanas enrejadas y con frontón curvo.
Si nos fijamos un poco, podemos observar como en la portada hay tres clavos. Esto se debe a la curiosa tradición de poner cadenas en las casas donde había estado residiendo alguna vez el rey. En nuestro caso, parece ser que aquí estuvo Fernando VII en 1818, siendo ésta la razón por la que se pusieron los tres clavos que sujetaban una cadena acabada en piñas doradas, la cual permaneció hasta 1839.
Desde comienzos del siglo XVIII tuvo graves problemas económicos, situación que fue cada vez a peor hasta que, en 1785, lo absorbió el de igual nombre de Salamanca. El edificio pasó a propiedad del Conde de Revillagigedo. La capilla, que estaba al oeste de la fachada, se demolió en 1796. Formaba el edificio su estructura alrededor de un patio, del que sólo se conserva el ala de la crujía principal.
Tras largos años de abandono, lo que quedó fue restaurado gracias a la Fundación Colegio de los Irlandeses, creada en 1988 y en la que participan la Universidad de Alcalá de Henares y la Embajada de Irlanda. En 1996, se firmó un acuerdo entre la Universidad, el embajador irlandés y el grupo Jefferson Smurfit para el uso del edificio como centro de formación e intercambio entre estudiantes de diversas nacionalidades. En la actualidad es sede de Alcalingua, centro educativo de la Universidad de Alcalá de Henares dedicado a al aprendizaje de español para extranjeros.