Francisco de Arceo, un médico del Renacimiento
«Francisco de Arceo, un médico del Renacimiento» quiere recordar a uno de los más importantes estudiantes de medicina en Alcalá de Henares durante el siglo XVI.
Francisco de Arceo nació en Fregenal de la Sierra (Badajoz) en 1493. Sus estudios de medicina en la Universidad de Alcalá de Henares le llevaron a ejercer en el monasterio de Guadalupe y en Llerena. Su obra más conocida fue «De recta curandorum vulnerum ratione» (1574).
Pero además ejerció una importante labor docente en Extremadura, llegando a dar lecciones incluso a Benito Arias Montano, aunque este último no pudo ejercer la medicina porque era clérigo y estaba prohibido por la Iglesia.
El propio Arias Montano patrocina la publicación en Amberes de su obra más importante, «De recta curandorum vulnerum ratione». Adquirió tanta fama que en 1588 se publicó en inglés, en 1600 e alemán y en 1667 en francés.
«De recta curandorum vulnerum ratione» es una magnífica recopilación de historias clínicas recogidas a lo largo de su práctica profesional. Sigue un criterio muy moderno, relatando los síntomas del enfermo, desarrollando una estricta observación del proceso de la enfermedad y señalando cómo fue el proceso de curación.
Entre las enfermedades y especialidades que describe están: traumatología craneal, todo tipos de heridas, fracturas del cráneo, la rinoplastia (hasta el punto de que es considerado el padre de la cirugía plástica), cáncer de mama, pie torcido de niño, etc…
Utilizó la trepanación y desarrolló distintas fórmulas farmacéuticas, siendo la más famosa el «Bálsamo de Arceo», convertido en imprescindible para la curación de heridas contusiones en toda Europa.
Como curiosidad, esta es la fórmula de su famoso bálsamo según el propio autos: “Una onza y media de trementina, otra de goma elemí, dos onzas de grasa de castrado, una onza de grasa añeja de cerdo. Licúe, al fuego y hágase un linimento. Debe aplicarse suavemente con el extremo de una pluma de gallina”