ALCALÁ DE HENARES
Ambiente claro de ciudad latina.
Riberas del Henares,
ríe al sol la llanada alcalaína:
sembraduras, viñedos y olivares.
Esplende el cielo azul, y el aire vivo
tiene un punto sutil
que cela en el ardor, seco y estivo,
un rezago de abril.
Luz y paz es la hora.
Y en esta quieta dulcedumbre clara,
el alma rememora,
a otros siglos de cara.
Brota del corazón y sube al labio
-zumo de la alquitara petrarquesca-
el amor culto y sabio
de una edad humanista y plateresca.
¡Horizontes abiertos
para soñar a solas,
entre el frescor de esmeraldinos huertos
y purpúreos escalios de amapolas!
¡Caminar entre chopos,
del río en la ribera,
leyendo a Erasmo y corrigiendo tropos
bajo un gayo verdor de primavera!
Y sentir en la paz de la mañana
-serenos caminantes-
sobre el dolor y la estulticia humana
la sonrisa piadosa de Cervantes.
Enrique de Mesa. La posada y el camino, 1928
Enrique de Mesa, un poeta de la Generación del 98. Biografía: